Reino Unido puja por abandonar el bloque regional bajo el argumento de que la libre circulación de la UE pone al país en "riesgo", en lugar de generar seguridad.
La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) podría dejar consecuencias difíciles de imaginar para Europa y complicar el tránsito de personas, ahora cuando el continente atraviesa una crisis con los miles de desplazados por terrorismo.
La separación entre el país y el bloque regional se decidirá en una consulta denominada referendo Brexit, que se efectuará el venidero 23 de junio y en la que votarán británicos, irlandeses y ciudadanos mayores de 18 años que vivan en Reino Unido.
El caos de los refugiados figura en los argumentos centrales de la campaña de los que promueven la salida del Gobierno británico del organismo, producto de la descoordinación existente entre los países de la UE a la hora de luchar contra el terrorismo.
“Teniendo en cuenta la clara amenaza del Estado Islámico (Daesh), la idea de que las fronteras abiertas de la UE nos hacen más seguros es una locura. Reino Unido estaría mucho más seguro fuera de la UE”, escribió el mes pasado en Twitter el líder del Partido por la Independencia de Reino Unido, Nigel Farage.
El dato: Sería la primera vez que un país pide salir de la UE.
Esto podría ser aprovechado por todos aquellos que defienden que es mejor salirse del bloque.
El portal El Español indica que quienes favorecen el divorcio entre Reino Unido y UE, mezclan el debate sobre el terrorismo con los refugiados y la inmigración, una de las cuestiones que más preocupa a los votantes.
Esto, porque recientemente el bloque regional otorgó un "freno de seguridad" como concesión al gobierno británico, una iniciativa al parecer destinada a contener la inmigración, y por lo que el Gobierno británico podrá denegar durante cuatro años las prestaciones a las que tienen derecho actualmente los ciudadanos comunitarios que trabajan en Reino Unido.
Al diferenciar entre británicos y no británicos, esta fórmula ha sido criticada por contradecir el principio de libre circulación de trabajadores en la UE.
Partidarios del Brexit alegan que la medida es insuficiente y que la llegada de migrantes a Reino Unido sigue siendo demasiado alta y supone un riesgo para la seguridad.
La salida de los británicos de la UE podría significar, casi con total probabilidad, que muchos empresarios puedan perder automáticamente el derecho a contratar trabajadores procedentes del extranjero.
Para el empresario Arron Banks, quien está a favor del divorcio y es uno de los promotores de la campaña, sus objeciones son contra los encargados de controlar la inmigración, que no puede ser "ilimitada".
"Me gustaría dejar claro que se necesita traer gente para seguir cumpliendo con la economía", dijo con una clara intención de sólo admitir quienes le sirvan para los objetivos particulares de la empresas, según analistas.
Por su parte, el primer ministro de Holanda y presidente de turno del consejo de la UE, Mark Rutte, indicó que es crucial que el Gobierno británico se quede dentro, pues fuera del organismo estaría peor.
En contexto
En el pasado, Reino Unido decidió excluirse de algunas decisiones claves que tomó la UE, como la moneda única –el euro– o el acuerdo Schengen, que suprimía controles fronterizos y permitía la libre circulación de personas entre los países participantes.
El primer ministro, David Cameron, quiere que Reino Unido se quede en la UE, pero exige algunos cambios, como la reducción de beneficios a inmigrantes y una mayor protección a los Estados que no pertenecen a la eurozona.
La crisis de refugiados y el terrorismo que azota a Europa y Medio Oriente son producto de ataques del grupo Daesh (autodenominado Estado Islámico) que es financiado por países del Golfo Pérsico, sobre todo por Arabia Saudita, Catar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, e incluso se habla de la financiación de potencias como Estados Unidos y Francia.
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