El Gabinete presidencial de Mauricio Macri cataloga de “éxito” la demanda de los millones de dólares para bonos, aún cuando significa una deuda de hasta 30 años para el país, según analistas.
El ministro de Hacienda de Argentina, Alfonso Prat-Gray, informó que la demanda de bonos del país en su retorno a los mercados financieros globales superó los 60 mil millones de dólares, “la más grande de la historia”.
La operación que inició el pasado lunes busca conseguir los fondos necesarios para pagar a acreedores con bonos en default (impago de la deuda externa) desde 2001 y conseguir aire para el presupuesto.
Aún cuando el ministro Prat-Gray aseguró que el Gobierno de Macri se siente “muy contento por haber pasado de la oscuridad a lograr conectarse con el mundo”, para analistas internacionales tales bonos se convertirán en escandalosas tasas de rendimiento que a mediano y largo plazo lo que lograrán es hipotecar al país.
Antes de 2003, las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) sumergieron a la Argentina en una fuerte crisis social y económica.
El kirchnerismo dejó un país libre de deudas, con un PBI mucho mayor que el de 2003, mejores salarios, mayor cantidad de personas jubiladas, una asignación mensual por cada hijo de trabajador (AUH).
El ministro argentino precisó que ante el pago de los bonos “el interés que hay en los inversores es inmenso”, y han presentado más de una orden de compra para la demanda.
Tras la enorme cifra de 60 mil millones de dólares, los bancos argentinos informaron los rangos de tasa de referencia: entre 6, 25 y 6,50 por ciento anual para los bonos más cortos, a 3 años. Entre 6,875 y 7,125 por ciento, para los de 5 años.
Entre 7,5 y 7,625 por ciento, por los de 10 años, y 8 por ciento, por los títulos de mayor duración a 30 años, es decir, en Argentina se prevé una hipoteca para futuros gobiernos y para la próxima generación de argentinos, según argumentaron especialistas en mercados internacionales.
Las tasas de rendimiento a las que se compromete el Gobierno de Macri casi duplican las de bonos de Brasil y Chile por idénticos plazos.
Brasil ha colocado bonos a 10 años con un rendimiento de 4 mil 305 por ciento, mientras que Chile durante el 2015, ha colocado deuda en dólares también a 10 años con una tasa del 3 mil 407 por ciento.
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