Del año 2002 al 2014 América Latina presentó una disminución de la pobreza gracias a la puesta en marcha de agendas sociales por parte de los gobiernos progresistas en la región.
La celebración del Día Mundial de la Justicia Social busca apoyar la labor encaminada a erradicar la pobreza en el mundo y promover el empleo pleno, el trabajo decente, la igualdad entre los sexos, el acceso al bienestar social y la justicia social para todos.
Según la resolución 62/10 del 26 de noviembre de 2007, la ONU reconoció que la atención del desarrollo social y justicia social son indispensables para el logro y mantenimiento de la paz y seguridad.
El Día Mundial de la Justicia Social se presenta como la oportunidad para reflexionar sobre los avances dados para erradicar la pobreza y reducir las desigualdades, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social de todas las personas.
En el tema de reducción de la pobreza, Latinoamérica ha sido reconocida como una de las regiones que más ha avanzado en el tema de justicia social y lucha contra la pobreza, en parte gracias a la llegada de los gobiernos progresistas que dieron prioridad a una agenda social a favor de los más necesitados.
Plan contra la pobreza
Durante la V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebrada en enero de 2017 en República Dominicana, el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) José Graziano da Silva, reiteró el apoyo de la organización a los países de la región en su compromiso para la erradicación del hambre y la malnutrición.
“América Latina y el Caribe podría ser la primera región en desarrollo en erradicar completamente el hambre si todos sus gobiernos refuerzan la implementación del Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre”, afirmó Da Silva.
El plan de la CELAC aprobado en 2015 durante la III cumbre del organismo promueve políticas públicas integrales para reducir la pobreza, mejorar las condiciones del mundo rural, adaptar la agricultura al cambio climático, acabar con el desperdicio de alimentos y hacer frente al riesgo de desastres.
Lucha contra la pobreza
Después de las crisis de los años 80 (La década perdida) y los 90 (la Media década perdida), Latinoamérica entró en un quinquenio mágico (2003-2008) de alto crecimiento (la Década Dorada), época en la que se produjo una considerable disminución de la pobreza en la región.
Con la llegada de los gobiernos progresistas en Venezuela (1998), Brasil (2003), Argentina (2003), Bolivia (2006), Ecuador (2007) se dio inicio a un pronunciado descenso en los índices de pobreza en cada uno de estos países, siendo un reflejo para las demás naciones de la región.
De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y otros organismos regionales e internacionales, entre 2005 y 2014 la incidencia de la pobreza multidimensional en la región se redujo del 39 por ciento al 28 por ciento de la población.
Otro dato que demuestra el avance en la lucha contra la pobreza es la caída del índice GINI en alrededor del 10 por ciento del 0,542 al 0,486. De forma paralela, entre 2008 y 2013, la participación en los ingresos totales del 20 por ciento de los hogares más pobres se incrementó del 5,2 por ciento al 5,6 por ciento, mientras que la del quintil más rico se redujo del 48,4 por ciento al 46,7 por ciento.
De acuerdo a la Cepal, el año 2014 terminó con un 28 por ciento de los latinoamericanos viviendo en situación de pobreza, unos 167 millones de personas.
Entre 2003 y 2013 los índices de pobreza en Brasil pasaron de 38,7 por ciento a 7,4 por ciento, de 2002 a 2013 en Venezuela se redujo la pobreza de 48,6 por ciento a 32,1 por ciento, Argentina redujo la pobreza de 57,5 por ciento en 2002 a 27 por ciento en 2014.
Ecuador disminuyó la pobreza del 52,2 por ciento en 2002 a 22,49 por ciento en 2014; en Perú pasó de 54,7 por ciento en 2001 a 23,9 por ciento en 2013. En Bolivia la pobreza se redujo de 63,3 por ciento en 2002 a 17,8 por ciento en 2014.
A pesar del avance dado por varios gobiernos de la región en el período 2002 al 2014, la llegada al poder de Mauricio Macri en Argentina (2015) y Michel Temer (2016) los índices de pobreza en ambas naciones se ha incrementado.
Según el informe presentado Universidad Católica Argentina, en abril de 2016 la tasa de pobreza pasó de 29 por ciento a finales de 2015, a 34,5 por en el primer trimestre de 2016, esta cifra indicaba que a la fecha había 13 millones de personas en situación de pobreza en el país.
Para Brasil el Banco Mundial estimó que para este 2017 el número de pobres aumentará en 2,5 millones de personas sumados a los 3,6 millones existentes. De acuerdo a la organización financiera los "nuevos pobres" serán brasileños menores de 40 años de edad, residentes de zonas urbanas, que han completado al menos la enseñanza media y fueron empleadas en 2015, especialmente en el sector servicios.
Analistas han destacado que el aumento de la pobreza en Argentina y Brasil está relacionado con la puesta en marcha de políticas neoliberales que han llevado a la disminución y retiro de subsidios y ayudas económicas que beneficiaban a las personas de bajos recursos.