En la provincia Buenos Aires, el paro de docentes coincide con el paro nacional que este jueves inician dos empresas estatales.
En Argentina, docentes de cuatro provincias irán a paro a partir de este jueves en reclamo de una recomposición salarial que equilibre el peso generado por la inflación. Las clases en Buenos Aires, de Entre Ríos, de Santa Cruz y de Chubut se verán afectadas por estas medidas de fuerza que amenazan con ser la antesala de un paro nacional.
Foto: teleSUR
El cese de actividades en Buenos Aires fue convocado por todos los sindicatos del sector en la provincia, y la razón es porque el acuerdo salarial fue del 34 por ciento. La gobernadora María Eugenia Vida señaló que ello era suficiente, pero los docentes señalan que la inflación equiparó este aumento y faltan 7 meses para el próximo acuerdo anual. Los gremios también exigen una solución a las problemáticas de infraestructura, aumento de los montos y cupos de comedores.
"Es inentendible que la gobernación se niegue a reabrir la paritaria. El ministro (de Hacienda de la Nación, Alfonso) Prat–Gay, está hablando de una inflación interanual del 42 ó 44 por ciento, y el aumento nuestro fue del 34,6”, sostuvo Roberto Baradel, titular de Suteba.
El paro en Buenos Aires fue convocado por el Frente Gremial Docente (formado por el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), el Sindicato Unión Docentes Argentinos (UDA), la Asociación del Magisterio de Escuelas Técnicas (AMET), Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) y la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).
Baradel, además, apuntó que la próxima semana la Confederacion de Trabajadores de la Educación (Ctera), en un congreso a nivel nacional, podría decidirse si se realizará un paro en el ramo de la educación en todo el país, puesto que la paritaria nacional tampoco de señales de ofrecer una recomposición salarial.
Es importante señalar que el paro de los maestros bonaerenses coincide con el paro nacional que este jueves inician las estatales Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA Autónoma) y que justamente esta provincia reúne al grueso de los gremios de la administración pública: estatales, docentes, trabajadores de la salud y judiciales.
“El paro (nacional) y la movilización de este jueves serán contundentes”, aseveró el secretario General de ATE, Oscar Muntes, al tiempo que detalló que tras el fracaso de la última reunión paritaria, el Gobierno no los ha vuelto a convocar, por lo que analizan el “articular” medidas con otros gremios.
Los docentes en otras provincias
En Entre Ríos, el paro es convocado por la Asociación Gremial del Magisterio (Agmer). Allí realizarán una huelga de 24 horas. Si sus demandas no son atendidas y no ofrecen un aumento, realizarán un paro de dos días el jueves y viernes de la semana próxima. Cabe acotar que en esa provincia el salario inicial es de 8 mil 670 pesos. Aunque la gobernación convocó a paritarias, no hizo ningún aumento. Además oficializó descuentos para los docentes van a paro.
En Santa Cruz, por su parte, las escuelas pasan por el cuarto día de un paro que durará toda la semana. Ellos exigen el pago del aguinaldo y que la gobernadora estatal retire de la Legislatura el proyecto de ley que declara la Emergencia Educativa y Edilicia y que le permitirá al Ejecutivo tomar a suplentes para reemplazar a los maestros que hagan huelga.
En Chubut, en cambio, los docentes cumplen su segunda jornada de un paro de 48 horas con movilizaciones regionales. En ellos participan tres gremios: Sadop, la Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut (Atech) y el Sindicato de Trabajadores de la Educación de la Provincia del Chubut (Sitraed), todos con un pedido de un salario básico de 10 mil pesos y el incremento de partidas para el funcionamiento escolar.
En contexto
En los primeros seis meses del año el índice inflacionario de Argentina subió más del 27 por ciento para un acumulado interanual del 43 al 45, según la consultora que lo mida. La carestía de la vida ha hecho incluso que la población cambie su modo de consumo, el cual volvió a caer en junio, esta vez 6,4 por ciento, en especial en la compra de alimentos, baja que ya se sintió en el primer trimestre con una caída del 3,6 por ciento.
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